5 de marzo de 2011

Un mes después...

Volví, creo que más blanca de lo que me fuí. No se ustedes, pero a mi no me gusta la playa, y menos cuando está hecha un hormiguero de turistas sucios y ruidosos. Para mi, Cura Brochero es hermoso, pero si le sacamos la gente chusma, los radicales, los homofóbicos, los fanáticos religiosos y los turistas, y le agregamos más juventud, más artesanos, más dietéticas/herboristerías y uno o dos colectivos de línea, al estilo 103 o 298, porque sinó morís en taxi, bici o micro (si es que no tenes auto, claro está).
Estuve un mes entero allá, y tan solo fui a la playa un solo día, y al lugar más apartado que me dieron mis pies. Fuí al centro, es decir Mina Clavero, cuatro veces como máximo, y batí el record de salidas nocturnas: cero. Otro record fue el consorto de mayor edad: treinta. Quince días sola, quince acompañada. Treinta de embole. Mucha comida (sana), mucha siesta, muchas fotos, mucha dieta, muchos mates, exceso de ranitidina y algún que otro antialérgico. Esas fueron mis vacaciones.

Pd. Creo que hay acentos de más...

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Orgullo

Orgullo
(sin prejuicio)