праздники*

Todos hablan de las vacaciones como si fueran solo eso: vacaciones. De lo que nadie habla es lo que viene antes de las vacaciones: el caos de los preparativos.
Y no hablo solo de la valija y la ropa que va a ir dentro, sino del señor Quilombo que se instala en nuestras casas.
Yo me voy el jueves, quedan tres preciados días. Mi mama pretende que tenga la valija armada. NO ME ROMPAN LAS PELOTAS. La valija se arma oficialmente seis horas antes de la partida, y se cierra antes de subir al auto.
Me voy seis o siete cortos días, pero hay que considerar mi excelente habilidad para aburrirme hasta en el Parque de la Costa y ver que cantidad de libros me llevo. Y aun mas importante, CUALES. Había reservado El retrato de Dorian Gray, pero no estaba en mis planes leerme La Ultima Princesa de Manchuria (de 287 paginas) en 6 o 7 horas, así que empecé a devorarme la novela de Wilde. Ahora no se que libro llevarme, tampoco se cuantos.
Tengo que preparar la ropa, que en su mayoría son básicos en blanco y negro. Maquillaje, cremas, calzado, algún cuaderno, agenda, accesorios. Odio preparar la valija, cuando llego a destino siempre me doy cuenta que me olvide algo, y cuando vuelvo me doy cuenta que use la mitad de todas las porquerías que lleve.
Y este es solo el comienzo...
Vuelvo de mi corta estadía en la costa y otra vez a preparar la valija para irme a mi querido Cura Brochero. Por mas días, es decir, mas libros (MUCHOS mas libros).

Quiero decir, lo que mas me preocupa de irme de vacaciones no es la playa, el bronceado, la ropa o una noche jugando a los fichines. No, mi problema es no tener suficiente material de lectura. He dicho.

*праздники: traducción en ruso de 'Las vacaciones'