Crisol de sueños, éter, amapola perfumada con el viento. Esa eres tu, reina y dueña del adagio que marca suave y aterciopeladamente la acrópolis de mi vida. Vida donde solo existes tu, mujer, afrodita, mariposa descendiente de arco iris.
Perfecta, tan magnifica que mi acefalía es a tu causa. Por ti perdí la cabeza. Por tu amor, mujer.
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