27 de febrero de 2010

Desconocidos

Se besaban como dos desconocidos, y en realidad eso eran. No sabían cuando se volverían a ver, ni por que se habían visto. Solamente estaban allí, a la orilla del río, tocándose, besándose como si en ello se les fuera la vida. No importaba la incomodidad del escalón, no importaba la luz fluorescente que los delataba sin culpa. No importaba estar a la vista de cualquiera que decida bajar la escalera y encontrarlos ahí, con el sexo a flor de piel y la ropa como único impedimento.
Las manos inquietas de ambos buscaban frenéticas desatar ese gemido que alentaba a seguir, desesperados, hurgando de arriba a abajo, de afuera hacia adentro.
El único sonido era el del agua fluyendo por la pequeña cascada, que aplacaba las respiraciones agitadas y el sonido de sus lenguas desenfrenadas, lamiendo, luchando tibiamente, recorriendo recintos oscuros, nadando entre saliva tibia.

Las respiraciones se aceleran y se espesan, los ojos cerrados miran sin ver y los dos cuerpos chocan y se frotan. Por momentos el tiempo se detiene en un beso lento, largo y suave, y después, como intentando recuperar el tiempo perdido, las bocas se agrandan, se besan con fuerza y se entrelazan humedamente.
Lenguas traviesas, lenguas juguetonas, divertidas y a la vez apasionadas. Lenguas insaciables que con vaivenes, formas, caricias húmedas y lamidas intentan hablarse, conversando sin palabras.

Besos cada vez mas suaves, mas dulces y pequeños. Los desconocidos querían parar, pero sus bocas se buscaban constantemente y no les dejaban separarse. Un último beso. Bueno, uno más. Los desconocidos abren los ojos, se sonríen. Ella lo abraza y él se acomoda sobre su pecho. Vuelven a cerrar los ojos un instante, respiran lento y profundo. Oyen caer el agua una vez más.

Ella mira la hora, es tarde. Ambos se levantan y se van, caminando sin hablarse, de lejos, casi como si no se conocieran.

2 comentarios:

Christopher C. dijo...

Buenísimo Carlaaaaaa!!!!!! Me mató lo de "lenguas insaciables". Que disfrutes tu ocio. Besos.

Pablo Y. Abdala dijo...

Lo peor de todo es que es una de las cosas que mas me gustaron de todas las que escribiste.

Orgullo

Orgullo
(sin prejuicio)